Los calendarios de trabajo exigentes son una realidad de la vida moderna en una sociedad que funciona las 24 horas del día. Las mercancías se producen y los servicios se proveen durante todo el día y toda la noche. En consecuencia, se requiere que la gente trabaje durante estas horas también. Algunas personas prefieren no trabajar de día, pero la mayoría no quiere trabajar por turnos.
Los motivos de las personas que escogen el trabajo por turnos incluyen un mejor salario, más tiempo libre durante el día para cuidar a los niños, más horas de día para ocio y más tiempo para estudiar. Algunas personas prefieren el turno de noche porque es más tranquilo y porque hay menos supervisores. Sin embargo, usualmente las personas trabajadoras dicen que no escogieron el trabajo por turnos. Lo hacen porque el trabajo lo requiere o porque no hay ningún otro trabajo disponible.
Siendo que el trabajo por turnos puede ser perjudicial para la salud, deben realizarse todos los esfuerzos posibles para reducir el impacto en las personas afectadas. Un calendario de turnos bien diseñado puede mejorar la salud y la seguridad, la satisfacción de las personas y la productividad. Sin embargo, cambiar un calendario no es fácil y se debe hacer con cuidado.
Diseñar un calendario tiene un impacto grande e inmediato en todas las personas trabajadoras. Todos deben respetar al calendario, sino podrían perder sus trabajos. Además, las horas de trabajo determinan cómo se organiza la vida fuera del trabajo. Cuando se cambia un calendario, hay que considerar muchos aspectos de la vida del trabajo y fuera de él. Se recomienda que al principio, los cambios sean temporales y que sean evaluados minuciosamente. Los beneficios del cambio deben ser mayores que los posibles aspectos negativos. Si el cambio mejora el ambiente de trabajo, se puede adoptar permanentemente.
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